Historia

RESUMEN DE LA HISTORIA DEL CHANCLAZO

 

En los primeros años de la década de los 60, Pamplona, al igual que   muchas ciudades de España, tenía una existencia gris, aburrida, sin apenas esparcimientos culturales, escasas posibilidades de viajar y con el balonmano, la pelota y sobre todo el fútbol como únicos deportes con cierta implantación social.

Desde mediados de los 50, el Ayuntamiento de la ciudad, propietario del Frontón Labrit, lo tenía cedido para su uso al Oberena que, bajo los auspicios del obispado, había creado una Escuela de Deportes.

El recinto del Labrit era el punto de encuentro de numerosos jóvenes, muchos de ellos encuadrados en alguno de los equipos de la sección de fútbol del Oberena.

El Oberena organizaba todos los años distintos campeonatos inter sociales de pelota, balonmano y baloncesto, que se celebraban en la cancha del frontón.

Muchos de los habituales al Labrit se inscribieron en el Campeonato de balonmano y bautizaron a sus equipos con diversos nombres: Zazpi-Bat, La Plaga, Laguntasuna … pero había quedado una cuadrilla sin saber qué nombre poner a su equipo.

Dos amigos, Valentín Gómez y Chuchín Abadía, acudieron un día de otoño del año 1963 al cine para ver una película titulada “El Circo“, con Mario Moreno “Cantinflas” como protagonista. El personaje del actor mejicano era el propietario de una zapatería desde donde presenciaba el desfile promocional del circo que había acudido a su ciudad. Cuando las cámaras se van alejando ampliando el encuadre, aparece un rótulo en el que se puede leer el nombre de la zapatería: “EL CHANCLAZO”.

El nombre les hizo gracia y lo propusieron a sus amigos para ponérselo a su equipo de balonmano. No sin cierta resignación, terminaron por aceptarlo; habían bautizado al Chanclazo. Año 1963.

Durante varios años estas dispersas cuadrillas se van conociendo, compitiendo entre ellas y fraguándose una amistad entre todos sus componentes al amparo de cenas postpartidos que se celebran en el mismo frontón Labrit.

Con la amistad afianzada, un grupo de estos jóvenes se deciden a participar con un equipo de fútbol con el nombre de “CHANCLAZO” en el popular Trofeo Futbolístico Boscos que organizan los Antiguos Alumnos Salesianos.

Las dificultades burocráticas surgidas en torno a la inscripción a dicho campeonato, obligan a constituirse como una Sociedad Deportiva y a elaborar unos estatutos propios. Corría el año 1967.

La incipiente Sociedad, formada inicialmente por 44 miembros, elige las primeras juntas directivas. Ignacio Arregui será su presidente durante los primeros 16 años de la entidad.

El fútbol y la participación en el Trofeo Boscos, ocupan mayoritariamente el tiempo de estas primeras juntas. El número de amigos que se van incorporando al grupo va en aumento y se multiplican las actividades deportivas.

Se crean secciones de pelota, montaña, baloncesto y balonmano, sin olvidar otro tipo de actividades como las llevadas a cabo por una vigorosa sección de caridad.

Las reuniones de las primeras Juntas Directivas se realizan en diversos bares de la ciudad y se comienza a soñar con la compra de un local para poder reunirse, almorzar tras los partidos y guardar los numerosos trofeos que comienzan a llegar.

Tras buscar locales en el casco viejo de Pamplona, se encuentra al fin una bajera que se adapta a nuestras necesidades y que por su ubicación en la parte antigua de la ciudad, su tamaño y, sobre todo, porque su precio es asequible a las escasas posibilidades económicas, parece idóneo.

El local está situado en la calle Jarauta, número 52 y se accede a él a través del portal de la vivienda del inmueble.

Será nuestra primera sede. Era el año 1971.

El local era viejo y precisó de sucesivas mejoras en los años posteriores.

La reforma de más calado, y más costosa se efectúa en 1976 y se financia con préstamos a largo plazo para hacerla asequible a la mayoría de los socios.

Las actividades deportivas han seguido su marcha y el Chanclazo se convierte en un referente del Trofeo Boscos y en su dominador durante toda una década. Competimos durante 20 años

El Chanclazo modalidad “campo” lo hace durante 11 años, el de “pista” durante 14 y el “Jarauta 52” también en pista, durante 4 temporadas.

Comenzamos a competir en la temporada 67-68 y finalizamos el periplo futbolero en la temporada 87-88.

Esta travesía deportiva del Chanclazo tuvo una importante repercusión en el estrechamiento de la amistad entre los socios, tanto si practicaban alguno de los deportes, como si eran simples seguidores. Pero la edad fue poco a poco retirando a los que participaban en algún deporte a la vez que iba en aumento el número de socios “cocinitas“ así como el de los acontecimientos sociales y gastronómicos que se celebraban en la bajera de la calle Jarauta.

Lo que había sido una Sociedad Deportiva se estaba convirtiendo en una Sociedad Gastronómica.

Precisamente este aumento de actividad gastronómica hace que sean más patentes los problemas estructurales del local de la calle Jarauta. Además, esa zona del casco viejo ha perdido su encanto y su tranquilidad hasta convertirse en uno de los lugares con mayor conflictividad social en la ciudad. Esto hace crecer el deseo y la necesidad de cambiar de sede.

Tras múltiples búsquedas por la ciudad, un grupo de tres socios, Josetxo Echávarri, Joaquín Saldise y Javier Sola, dan con un local que podría encajar, y muy bien, en los deseos de la masa social. Compran el local y, consultados los socios, estos dan su conformidad al cambio de ubicación, por lo que los mencionados Josetxo, Joaquín y Javier, mediante un documento de intenciones vinculante, transfieren la propiedad al Chanclazo, por la misma cantidad de dinero que habían pagado por su compra a la Caixa, propietaria del inmueble. No hay pues ningún ánimo de lucro en la operación.

Estamos a finales del año 2001 y ya tenemos local. Está situado en medio de la popular calle de la Estafeta, en su número 38.

Simultáneamente se vende el local de la calle Jarauta a la Peña El Bronce, vecinos en dicha calle, y se inician la contratación de obras así como la gestión de nuevos créditos para afrontar los gastos que se van a originar.

Aunque en los sanfermines de 2003 el nuevo local está ya completamente operativo y comenzamos a disfrutar de él con gran éxito, su inauguración oficial se demora hasta noviembre de ese mismo año. Nos ha quedado una sede moderna, coqueta, cómoda y además, ubicada en el centro de la calle más famosa de Pamplona.

Desde entonces se va produciendo la inexorable y lógica renovación generacional, con la entrada de nuevos socios, muchos de ellos descendientes de los primeros fundadores, pero sin sobrepasar los 100 socios tal como marcan nuestros estatutos.

Lo que fue una Sociedad Deportiva es hoy, sobrepasados ya los 60 años de actividad ininterrumpida, es hoy una Sociedad Gastronómica de prestigio, conocida en la ciudad, preciosa y situada en un lugar emblemático: Estafeta 38.

La amistad tuvo mucho que ver en todo este proceso.